miércoles, abril 24, 2024
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Opinión: La Secampo debe auxiliar a los campesinos ante ineficacia de la federación

Opinión de Eduardo Guerrero Rojas

Colaborador

En el campo “estábamos mejor, cuando estábamos peor”, es la sentencia que pronuncian los campesinos debido a la situación crítica que enfrentan los pequeños productores tras la prolongada sequía así como por la falta de apoyos gubernamentales que los tiene inconformes.

¿Cuál es la causa de su indignación? Es porque los programas anunciados por la 4T en apoyo al campo “nomás no llegaron” y ya se escucha en los medios de comunicación que este 2021 serán beneficiados con acciones como: Programa de apoyo para productores de maíz y frijol, de producción para el bienestar, programa de fomento a la agricultura, ganadería y pesca o el crédito ganadero.

Sin embargo, su inconformidad es justa ya que el campesino vivió mal en el pasado pero siempre hubo esperanza porque aunque tarde sí recibían algunos subsidios como el de fertilizantes, semillas, implementos o el seguro catastrófico; se pensaba que las cosas mejorarían con Morena en el poder pero en la realidad empeoraron porque no han sido resueltas sus carencias ancestrales, además, se está creando una situación que provoca nuevos problemas como el favorecimiento a productores auspiciados desde el micrófono presidencial que se viven en la Segalmex o en la extinta Secretaría de Ganadería.

Por ejemplo, acusan que el precio de garantía para el frijol del campo zacatecano funciona a medias porque en los centros de acopio de Segalmex son tantos los requisitos que la cosecha del campesino termina en manos de los “coyotes” siempre por debajo de los 14.50 pesos que debieran comprarles el grano, esto dependiendo de la calidad y sin que se pueda vender en su precio justo.

 Los ganaderos corren con la misma suerte, los beneficios de dicho programa no se refleja en los hechos. El campesino ya no puede vender sus puercos, reses o chivos; nadie los quiere, salvo a precios de regalo porque los compradores prefieren el ganado de los establos de la región que es más barato.

¿Qué vamos hacer? Se pregunta espantado el hombre del campo; ¿de qué vamos a vivir si es lo único que podemos producir ya no vale y el gobierno quitó los fideicomisos que ayudaban al productor?

 La situación descrita es real. El campesino tiene necesidades primordiales y debe acercar a su familia el dinero para la compra de comida, ropa, zapatos, educación y vivienda, cuando menos, lo demás, los pequeños viajes y paseos también ya se han eliminado, ahora hay otras urgencias agravadas por la pandemia.  

Y el fruto de su labor, las malas cosechas y su ingreso económico derivado de su trabajo no le permiten cubrir en forma suficiente tales necesidades. Por eso, la aplicación de los programas enumerados líneas arriba deben promover un desarrollo real en el terreno de la producción, transformación y venta de sus productos de modo que pueda obtener con su trabajo el dinero necesario para vivir dignamente.

Por eso, si queremos lograr al menos la suficiencia alimentaria para México debe impulsarse la modernización del campo zacatecano porque esa también fue la promesa del presidente de la república, pero a casi 3 años de su mandato poco se ha logrado en la materia. Ya es tiempo de darle todas las facilidades a los campesinos pobres y dotarlos del equipo necesario para producir y los miles de millones que dice tener López Obrador deben impactar a través de esos programas lo que se vea reflejado en el bienestar de los hombres del arado. Por nuestra parte, los antorchistas seguimos enarbolando la gestoría de apoyos buscando contribuir al progreso, por eso, el día de mañana asistiremos nuevamente a la Secretaría del Campo a pedir las respuestas a las solicitudes de los campesinos que hoy más que nunca requieren del respaldo del gobierno del estado dada la ineficacia e indiferencia de la federación.