Opinión de Gabriela García
Un estudiante de medicina tarda de 5 a 10 años aproximadamente para su óptima preparación académica y práctica, este periodo se extiende dependiendo de su especialidad y de la actualización de sus conocimientos en los nuevos procesos, técnicas e instrumental conforme avanza la ciencia, por otra parte, son muchas las horas que deben cubrir como pasantes, lo que también implica aprender de los doctores titulares.
Finalmente, como todos los profesionistas en México, tardan mucho en encontrar oportunidades de empleo para tener éxito y este se convierta en su fuente de ingresos económicos; tienen tres opciones para emplearse, abriendo su propio consultorio, en el servicio público o laborar en el área privada.
Como se sabe, el servicio en el gobierno muchas veces carece de infraestructura apropiada, medicamentos y también de seguridad pública, por lo que este gremio tampoco tiene condiciones adecuadas para laborar en la promoción y cuidado de la salud de la gente, sin embargo, es a donde el pueblo en general acude en caso de enfermedad para aprovechar tanto la experiencia del personal de salud y de la gratuidad de la prestación a pesar de las carencias.
En estos tiempos de pandemia y cuando viene la tercera ola de contagios el gobierno federal no ha implementado mejoras de equipamiento y medicamentos que son necesarios y de prioridad, en cambio está despidiendo de sus plazas a enfermeros y médicos contratados por la enfermedad viral, aunado a que en algunos hospitales solamente atienden casos Covid-19, dejando para después a pacientes con enfermedades crónicas degenerativas como el cáncer o la diabetes.
A 3 años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador todo cambió, Morena eliminó partidas presupuestales para programas cuando a la 4t únicamente le correspondía mejorar los ya establecidos, pero al contrario, decidieron desmantelarlos sin brindar en su lugar mejores opciones que resolvieran lo más urgente de la población.
En Zacatecas, médicos, enfermeras y personal hospitalario están en riesgo latente, no nada más por los contagios, sino por motivos de seguridad pública en comunidades quienes por la inseguridad fueron obligados a dejar sus centros de trabajo dejando a los usuarios a su suerte, como sucedió en la sierra de Valparaíso.
Los hechos recientes donde han perdido la vida algunos de ellos, lleva a reflexionar sobre el tema, porque aquí tampoco se ve una pronta solución a pesar de que es la expectativa es que a partir del 12 de septiembre, cuando se haga el cambio de gobierno del PRI a Morena, las cosas cambiarán, por el momento enviamos un reconocimiento tanto a estudiantes y personal médico que manifiestan su preocupación ante el problema, que tienen temor de ejercer su profesión y nos sumamos a la petición de que autoridades escuchen sus demandas para que brinden seguridad al salir a trabajar sin el temor que algo en el camino interrumpa su llegada.
Y debemos unirnos para exigir que el Gobierno cumpla la carta magna y garantice los derechos a la salud, empleo y seguridad pública, no es posible que ningún orden de gobierno pueda parar la violencia que parece solapar quien está en la burbuja de palacio nacional, mientras que las entidades federativas sufren el abandono afectando a todos, pero también quienes ejercen esta noble profesión, los médicos de México.