Texto y fotos: Guillermo Moreno Valtierra.
Sea el destino o rumbo al que esa persona se dirigía lo triste fue que ya no pudo llegar. Su cuerpo quedó al lado de la carretera al no alcanzar a cruzar y ser arrollado por un auto compacto.
Deducción hecha al no quedar su cuerpo deshecho sino solo con el suficiente golpe que acabó con su vida. Infortunios de la vida, del azar, del tiempo. Un minuto, 5 segundos hubieran hecho la diferencia.
La tragedia solitaria se registró cerca de las 9 de la noche en la carretera federal 45 o como se le llama popularmente tránsito pesado, a la altura de la colonia Osiris en direccion Zac-Ags. Una patrulla de la policía municipal fue la primer autoridad en llegar, para resguardar el cuerpo y prevenir a los vehículos que disminuyeran su velocidad.
Posteriormente llegaron elementos de servicios forense para realizar el peritaje y finalmente llegó una patrulla de la Guardia Nacional.
A escasos metros del cuerpo de aquel infortunado hombre quedó su gorra en la cinta asfáltica.
El cuerpo metros adelante entre los matorrales quedó cubierto. Una familia que tendrá que esperar la llamada de las autoridades para calmar en cierta forma esa inquietud, esa preocupación porque su familiar ya no llegó.