Ahora fue el turno de la colonia Marianita en el centro de la Ciudad Patrimonio Cultural. Cuatro jóvenes que terminaban su día afuera de su casa tomando tranquilamente unas caguamas fueron agredidos por sujetos desconocidos con armas de fuego. Dos de ellos no corrieron con la suerte de los otros dos, quedando sin vida en el lugar de los hechos.
Los otros dos, uno de ellos gravemente herido, fue trasladado por una ambulancia de Cruz Roja para recibir atención médica. El otro, y más afortunado, al no tener más que lesiones leves se resistía a ser atendido por los paramédicos. Quizá en su euforia y vértigo de burlar la muerte, pero ver a sus conocidos sin vida, esto provocó y excitó su negativa de ser atendido al considerar que su tragica suerte le concedió ver el penoso fin de aquellos que inertes yacían sin vida.
Además de los hombres agredidos en el domicilio, había más familiares por lo que, al llegar las autoridades al lugar que fué el centro de atención de vecinos que sorprendidos salían de sus casas a curiosear, no permitían que los agentes de la Fiscalía realizarán su ya rutinario protocolo que consiste en acordonar el área para realizar el peritaje que ciertamente no pasará de ser un mero formalismo y simulación de impartición de justicia.
Por lo cual se deduce que bien se puede justificar la agresividad de los familiares que en su amarga noche entre lágrimas de infinita desesperación saben que ya nada podrá hacer que aquellos jóvenes sigan tomando tranquilamente sus caguamas.